20 jul 2013

Litigio en Tiempo pretérito

I
Ningún Neptuno se da por aludido
cuando de la arena al mar
los pies desnudos se adentran
seduciendo encantos
tentando a lo calamitoso.

Patibulamente siembran el miedo
la desconfianza de las concienzudas olas
que se retrotraen en un vaivén sensualmente sonoro
sorpresivamente acaeciente y barbitúrico
como el canto de las desdeñadas sirenas.

II
Ya se acercan
ningún Ulises los detiene
ése ya partió
nadie los detiene
ya iniciaron su peregrinar indiferente.

Ya se acercan
así como lo hacen los incautos
nuevamente
así como lo hacen año tras año
pies de niños
pies de hombres
de mujeres
de categorías omitidas por la historia.

Ya se acercan
ningún Neptuno se da por aludido
a ningún Neptuno
divino ser
le afecta el impropio polemos de elementos

III
La párvula marejada
inquieta que inquieta
prepara su tardada venganza
que año tras año
llega siempre cuando el enemigo se tornó ayer
lejanos ya
del espacio tiempo estival
lejanos ya 
de su exultante tibieza
lejos  de la amenaza
la que atrae a los ajenos cuerpos
a un campo de batallas
campo de famélicos púgiles.

Ningún  Neptuno envía sus comandos.

IV
Pies imitadores del aireado Ares
pies de la discordia
pies dirigidos hacia su Ulises tentado
pies detectives de olvidos
se organizan
sin querer
atentan los inocentes.


A ningún Neptuno le interesa.

7 jul 2013

Todo lo que tengo es el río

All that I have is the river
The river is always my home
Lord, take me away
For I just cannot stay
Or I'll sink in my skin and my bones 
I
Ser el aforismo
que cuando se explaya
pierde gracia y sentido.

Ser la regla medieval

refutado axioma.

Todo lo que tengo es el río

claridad mortal de lo deviniente.

II

Soy la proposición que fluye
lo que redime a lo negativo.

Congelo los momentos

poseo dialéctica cotidiana.

Todo lo que tengo es el río

allí lavo mis sentidos.

III

Ser el cómo
Ser el cuándo
soy la relatora del rafting
donde compite mi pasado.

Todo lo que tengo es el río

así se hace nada el absoluto.


Todo lo que tengo es el río
ahí todo y ahí nada.

2 jul 2013

El decálogo del marginal

I
El marginal tenderá llegar al centro
con su insondable marginalidad.

II
Dudará si realmente lo es.
El marginal es un escéptico pechoño.

III
Generará expectativas centrales el marginal.
Tiende a querer negarse.

IV
El marginal ignorará la envergadura de su marginalidad.
Mientras más grande, más al centro.

V
El marginal querrá definir lado en el círculo.

VI
El marginal que se admita, ya dio un paso en negarse.
El marginal que se niegue, avanza en su verdad.

VII
Sube el tono, el marginal,
pero no tanto como para salir.

VIII
El marginal no sabrá de reconocimientos,
no le alcanza para alteridades.

IX
Siendo el margen continúo,
el marginal lo querrá punteado.

X
El marginal no se desliza,
se apoya.

Bienaventurados   los marginales,
de ellos es el reino del olvido.

28 jun 2013

Como mínimo


A la Srta. Parker.
Cada vez
osada en la alteridad que oye
música de sordos aquella
obstinada paria.

Mínimamente intima
íntimamente  faltante
naciendo en cada amanecer e
inundando la vida de los incautos esos
maeses
obtusos.

Prodiga cada vez naciendo en
hogueras donde esa
isla donde ella sirve de
lujuria
amaneciente como mínimo
danzante
entre incautos que
liban a sus maeses creándoles
purgatorios
hábitat de chacales cigarras
incesablemente
amistosas siempre las parias.

Susurro íntimo
entre
públicos aplausos

como mínimo.

23 may 2013

Vivre ma vie

I
Viva el trabajo retroactivo
el ocio
los maullidos.

Viva la vida simple
pero con el pelo limpio.

Vivan las buenas intenciones
todos
pero sólo el pueblo.

Viva el destiempo
entregar a la hora los deberes
pero antes lo no solicitado.

Viva
y que realmente vibre
mover el pensamiento
más que el suelo
avanzar retrocediendo.

Viva
y que suene a ironía
lo diverso
lo uno
lo bello
lo múltiple.

Los miles de versos que nunca se han de topar.

II
Sólo queda esperar
Ahora
Sólo queda hablar con extraños
encontrar esperanzas en
bares
cafés
Cronometrar el tiempo
hasta que el tiro fatal llegue
en su fastuoso peregrinar.

Viva vivir su vida
asemejarnos a Anna Karina
Hacerlo todo mal
porque es lo correcto
lo bello.

Ya se acerca el auto negro
Viene
por aquella calle de por ahí
aquella
en la ciudad donde de noche también es día

Viva vivir mi vida
en cuestiones no escogidas.

Viva que la vida se gaste
como aquel cigarro
en ese café de pantallas
que se gasta
que se gasta
y se gasta ahí
en la pantalla
en lo bello
que es lo correcto
como correcto
fue elegir a Anna Karina.

III
El compás roñoso
odiosa carmina de musas demoledoras
El vacío que parece melancolía
Nana
Nana
te vas
ya viene el auto negro
que no sé si es realmente negro
el tiro de gracia
que esperas
que buscaste no elegir.

Vibre la vida
Viva mi vida
vivo para vivir
su
mi
vida.


Los miles de versos que se callan con un disparo.   

19 may 2013

Sin nostalgia


Yo vuelvo a ti sobre montañas;
caminando frente al Cardonal;
llegando a Uruguay
que huele como la vida [a veces].
Te subo hasta llegar al Litre,
ahí me devuelvo,
y cuando voy de vuelta,
vuelvo a ti en libros y cachureos de vereda.

Yo vuelvo a ti sobre colectivos,
micros y mis pies.
Vuelvo sobre avenida Rodelillo,
casas quemadas
y falta de ganas de estar aquí.

Vuelvo a ti subiendo por Santos Ossa,
pensando “¿Quién puede vivir aquí?”

Vuelvo a ti jadeando.
Vuelvo a ti en bus.
Vuelvo a ti buscando el color que perdiste.
Vuelvo a ti sin romanticismos.
Vuelvo sobre tu olor y deforme figura.
Vuelvo a mirar los carros de O’higgins,
su olor me recuerda a la sirena que fue acuchillada al frente,
al lado de la farmacia,
a la vista de aquel vendedor de aceitunas
y de las extrañas ninfas de los cigarros paraguayos.

Vuelvo a ti cada vez que me voy.
Vuelvo a ti y voy por Victoria,
cuando llego al parque Italia me devuelvo,
o a veces voy hasta Rodríguez,
huelo la Mangiatta,
nunca tengo suficiente para hace más que eso.

Vuelvo sobre ese colectivo,
Hablo con colectiveros.
Una vida es muchas cosas
y en cuantas nos parecemos.

Vuelvo siempre al 22 ½.
Vuelvo con los profes.
Vuelvo con los eucaliptus
y sus estivales infiernos.

Vuelvo del plan al cerro,
llegando por Placilla.
A veces arranco,
pero siempre vuelvo
al igual que tus vientos.

Voy y vengo.
Voy y vuelvo.
Voy del plan al cerro;
del cerro al plan;
del 22 ½ con recorrido hasta Pudeto.

Vuelvo por una bolsa de plátanos a alguna bodega;
paso la plaza,
llegando al congreso
y miro con asco,
hiede como vereda del Cardonal
cuando en sus acequias
un ser menor se metamorfosea,
al igual que todas las criaturas nocturnas del lugar.
Me devuelvo
y nuevamente,
vuelvo sobre montañas,
siempre vuelvo
y sin nostalgia.   

15 may 2013

Peri



Todo,
en cuanto te pienso,
queda en silencio

Te hablo,
me hablas;
te hablé,
me hablaste.
Somos dos punzadas parlanchinas

Todo,
en cuanto te pienso,
queda en silencio.

Nos vimos,
nos desvestimos,
nos tocamos
y nunca más.

Todo,
en cuanto te pienso,
queda en silencio

Ahora,
ya comenzamos nuevamente,
somos tan lejanos,
nos calienta nuestra lejanía,
no sabemos qué hacer con ella.
Somos dos criaturas parlanchinas
y no supimos qué hacer cuando,
cuando éramos dos simples cuerpos,
cuerpos con ese solo encanto.

Todo,
en cuanto te pienso,
queda en silencio,
silencio plagado,
repleto de asquerosos ruidos,
sonidos desentonados.

Nos conocimos,
nos hablamos,
debimos habernos tocado.
Vanitas vanitatum onmia vanitas,
vanos,
vanos,
¡tan vanos!,
tan superfluos,
los extranjeros
no deben perder el tiempo en esto.
Ese silencio
que aparece,
ese,
es tu vacío
lleno hasta el hastío
de palabras,
silenciosas palabras llenas de ruido.

Todo,
absolutamente
 y hasta más allá
del todo
queda en silencio
cuando nos recuerdo
vestidos
y hablando.

Puro ruido,
horroroso ruido.

Ahora,
te propongo algo:

Así como quien se sienta
a comer sandía bajo un parrón
un caluroso día de verano,
sacudiéndose las moscas y avispas,
así
te propongo que nos sacudamos
toda la ropa
y nos quedemos callados.

Te propongo generar
el ruido de nuestros cuerpos
que se vuelven a excitar el uno al otro
en el vaivén del sepulcral silencio.

Te propongo que todo,
absolutamente todo
en cuanto te sienta,
va a ser como si te quisiese
y quizás así nos comencemos a querer.

Todo,
absolutamente nada
cuando fuimos palabras.

Quizás nuestra Moira
nos quiera llevar a otros puertos,
parajes donde no seremos
más que dos desconocidos
pero tratemos ahora
que ya es ayer,
de hacer que todo,
absolutamente todo
se llene de nosotros.
Dejemos atrás los ruidos,
horrorosos
y que los son más aún
si los escuchamos vestidos.