2 ago 2017

Long story short

Te seguí porque la noche anterior fuiste tú quien me buscó.
Te seguí con la esperanza de no perderte en esos callejones enredosos como tu pelo en mis manos.
Te seguí, y aclaro que fue sin ánimos de acoso. Lo hice porque me lo pediste.
Te seguí porque frente a lo vivimos, optaste por la apariencia del olvido.

Y me lo pediste, insisto. "Sígueme mañana", me dijiste. "Opto por lo que no deseo", sentenciaste.

Te seguí y tu mirada me chocaba de reojo hasta que colisionaste con él en ese café.