"¡Qué pena con usted!"
me decía mientras
desnuda y con mirada lasciva
imitaba un gracioso acento colombiano
"¡Qué pena con usted!"
y pena sentía yo de mi austera resistencia
y de las ganas de seguir tocándola sin que el tiempo avanzara
"¡Ay!"
siempre le repito
siempre me repite
"¡Ay!"
siempre repetimos
y ella sigue siendo ella
con ese pelo tan dialéctico igual que mis mejores sueños
con esa voz
y "¡Qué pena con usted!"
danzando cuando la veo en mi cabeza moviendo todo eso suyo
todo eso
todo eso
me decía mientras
desnuda y con mirada lasciva
imitaba un gracioso acento colombiano
"¡Qué pena con usted!"
y pena sentía yo de mi austera resistencia
y de las ganas de seguir tocándola sin que el tiempo avanzara
"¡Ay!"
siempre le repito
siempre me repite
"¡Ay!"
siempre repetimos
y ella sigue siendo ella
con ese pelo tan dialéctico igual que mis mejores sueños
con esa voz
y "¡Qué pena con usted!"
danzando cuando la veo en mi cabeza moviendo todo eso suyo
todo eso
todo eso
y es lunes por la mañana en la oficina.